El Plan de la Provincia para regar el desierto con agua del Río Negro

Axel Kicillof acordó con los intendentes del sudoeste un plan para avanzar en una solución de fondo al avance del desierto patagónico. El Río Negro es clave.

La semana pasada, el gobernador Axel Kicillof recibió a cuatro intendentes del sudoeste bonaerense, para empezar a darle forma a la idea de utilizar el agua del Río Negro, que divide la provincia homónima del territorio de Buenos Aires, en una zona donde el avance del desierto patagónico y la sequía generalizada limitan el potencial productivo y complican el desarrollo humano.

Asistieron a Gobernación José Luis Zara, de Patagones; Carlos Bevilacqua, de Villarino; Héctor Gay, de Bahía Blanca, y Mariano Uset, de Coronel Rosales, que previamente habían limado asperezas y arribado a acuerdos para ir con un planteo monolítico a la Provincia.

A comienzos de esta semana, el gobernador Axel Kicillof recibió a cuatro intendentes del sudoeste bonaerense, para empezar a darle forma a la idea de utilizar el agua del Río Negro, que divide la provincia homónima del territorio de Buenos Aires, en una zona donde el avance del desierto patagónico y la sequía generalizada limitan el potencial productivo y complican el desarrollo humano.

Asistieron a Gobernación José Luis Zara, de Patagones; Carlos Bevilacqua, de Villarino; Héctor Gay, de Bahía Blanca, y Mariano Uset, de Coronel Rosales, que previamente habían limado asperezas y arribado a acuerdos para ir con un planteo monolítico a la Provincia.

“Se acordó una línea de trabajo que tiene que ver con impulsar la utilización del agua del Río Negro para agua potable, consumo humano, y fines productivos. El recurso hídrico es fundamental para desarrollar la zona, por eso la idea de trabajarlo a nivel regional. Es importante la idea de trabajo conjunto entre municipios y la provincia para evitar tironeos de índole local”, explicó a INFOCIELO el ministro de Desarrollo Agrario, Javier Rodríguez, que sigue de cerca el tema.

Los intendentes encomendaron a Kicillof que plantee a los gobernadores de Neuqúen, Omar Gutiérrez, y de Río Negro, Arabela Carreras, -que comparten la cuenca- la posibilidad de que Buenos Aires utilice un caudal de 150 metros cúbicos por segundo -sobre los cerca de 650 que vierte al mar- que tendría tres usos específicos: garantizar el consumo humano de una población cercana a las 500 mil almas, regar cientos de miles de hectáreas productivas y abastecer al sector industrial de Bahía Blanca, que planea expandirse en grande gracias a Vaca Muerta.

Riego, industria y consumo humano

Contar con un recurso hídrico potente es de vital importancia para el desarrollo productivo bonaerense. Si se lograran superar los obstáculos políticos y técnicos, todavía quedaría por resolver el problema del financiamiento para una obra que es verdaderamente faraónica: casi 300 kilómetros de acueducto, desde Patagones a Pedro Luro, de allí a Bahía Blanca y finalmente a Punta Alta. Para tener una dimensión, el malogrado y mucho más modesto acueducto del Río Colorado, que se planteaba hace una década como una posible solución a la falta de agua en Bahía Blanca, tenía un costo de 187 millones de dólares.